lunes, 22 de noviembre de 2010

LOS SALTILLOS DE ZABALLOS POR VAZQUEÑO




Ganaderías bienvenidas en Madrid (II). Miguel Zaballos.

Saltillo siempre fue una estirpe muy apreciada en Madrid, principalmente en los últimos tiempos porque antaño, entre los matadores decimonónicos, matar estos toros era síntoma de alivio ya que era considerado un encaste sencillo para los aficionados de aquella época. Intuyo que esa admiración por saltillo, hogaño, es debido a la rusticidad, la dureza y la fiereza de estos toros, no exenta de una gran codicia y franca embestida, caracterizada por el apreciado carácter de la humillación. Ahora bien, conseguir extraer las cualides positivas que ofrecen los saltillo para torear según demanda la Tauromaquia moderna no es tarea baladí ni mucho menos.
Se requiere un verdadero lidiador que no violente nunca al animal, decidido desde el primer momento a ejercer mando sobre el bicho más pensando en el resultado final que en lucimientos banales, siempre con la mayor pulcritud posible. Cualquier lance mal ejecutado durante la lidia será motivo para cabrear al saltillo que, de esta forma, se podrá convertir en un auténtico barrabás de aviesas intenciones. En la muleta la colocación enfrontilada es vital, así como no ceder terreno entre lance y lance, todo ello con grandes dosis de valor y quietud para conseguir, finalmente, un toreo lucido.
Me atrevo a afirmar que gracias a la importancia primordial que un buen lidiador tiene y el clasicismo y verdad que en la muleta se necesita, los saltillo son unos animales muy codiciados en Madrid. Admirados por la entrega que su dureza y su casta esconden.
Dentro de las ganaderías actuales pertenecientes al encaste saltillo, Miguel Zaballos auna una proporción importante de esta estirpe, según parece de una gran pureza, motivo por el que debe tenerse muy en cuenta en la plaza que dicen de mayor importancia del mundo, espejo del buen hacer para el resto de plazas del mundo, lo cual parece un chiste viendo la gestión de Taurodelta, aunque mirándolo con optimismo es probable que sólo nos quede un año de penitencia con esta empresa.
Hay que destacar que Miguel Zaballos lidió una gran novillada en la feria de Ceret 2007, tanto en trapio como en comportamiento.
Como muestra del patrimonio genético del toro, así como emoción y verdad del espectáculo, desde Aficionados al Toro reivindicamos un encierro de Miguel Zaballos en nuestra plaza. La plaza de Madrid.

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