No es deshonra cortarse la coleta

Un triste final para un espada que años anteriores realizo una de las faenas más artísticas de nuestra histórica plaza. Pero no es deshonra cortarse la coleta, sino todo lo contrario. Reconocer que uno ya no está en condiciones de pisar el ruedo es de valientes, aunque también tiene su parte de razón el público por haber pagado. Para concluir este triste final y si tuviéramos que hacer algún reproche, sería simplemente mejor haberlo pensado antes. Adiós Julio. Como viene siempre costumbre dos primeros toros no pude asistir, por lo cual lo dejo a la mejor búsqueda. Mala presentación la de las Ramblas, tan solo se salvo el cuarto del Fandi con algo más de seriedad y remate. Flojos, sosos sin gotas de bravura y lo más grave sin fuerzas. Quizás tenga más gravedad lo de Perera que lo de Julio Aparicio. Sigo y seguiré diciendo lo mismo “ la tauromquia de Perera, a la afición de Madrid asco le da”. Llena de ventajismos, zarrapastrosa, de pegapases, ahoga-toros, de falso valor y bla bla bla. Primero escoge ganaderías de lo mas sarnoso del campo, segundo toros anovillados y tercero no sale del monoencaste. Con su primero no había toro, pero eso no es nada nuevo en sus toros. Con su segundo un animal con unas gotas de casta, tomo un puyacito y medio de otro. Apretó en las afueras y no pudo por el izquierdo. Con la derecha y pases a media altura, termino agotando al bicho y cuando el animalito estaba en las ultimas, el arrimón del cobarde. Fandi hico uno de los mayores ridículos en banderillas. Después de los magistrales banderilleros que han pasado por esta feria. El Fandi fue incapaz de poner un solo par en la cara del toro, de las siete oportunidades que le dieron. Con la muleta, un recital de pico y muleta a media altura. Tarde de espectáculo con un espontaneo que no llego a verle la cara al toro, una bronca con corte de coleta, un banderillero sacado del bombero torero, y un artefacto pegapases.