miércoles, 21 de diciembre de 2011
Que se pase por el Tiemblo
Parece mentira que siendo del mismo equipo actúen de distinta forma. Cuando se trata de las corridas o mejor dicho los simulacros de corridas del Tiemblo, eso significa despilfarro, mala gestión, sospechas de fraude, incapacidad de organizar festejos con un mínimo de interés y suma y sigue.
Pongamos un ejemplo para analizar la cuestión;
Las pasadas fiestas y dentro de lo que cabe no fue tan mal la cosa. La empresa desorganizadora de festejos taurinos trajo un cartel casi de lujo. Un “triunfador” de San Isidro, un posible figura y un don nadie. Una ganadería de Jaral de la Mira cuyo propietario es Fernando Peña. Todo correcto hasta el momento. ¿Dónde está el fallo?
Un cartel como ese y que seguro no costo cuatro perras, tendría que haber sido un éxito en cuestión de taquillaje y apenas llego a media plaza recaudando a nuestro pueblo poco parné.
¿La crisis? ¿El tiempo? ¿La poca afición?
Pues veamos punto por punto.
¿La crisis?
Fijémonos en Cenicientos, una plaza con aforo de 4000 personas, y casi todos los años se llena.
¿El tiempo?
Esa tarde hizo una tarde de toros.
¿La poca afición?
Quizás sea esa la cuestión, que no siendo por los cuatro del pueblo y los otros cuatro que van de gorra apenas llegaría a un cuarto.
¿A caso no sería más lógico fomentar las novilladas, con gente joven, competente y bien preparada que malgastar el dinero con este tipo de corridas?
¿A caso no podrían ofrecer estos desorganizadores unas novilladas de encastes variados como pueda ser el Saltillo, Veragua, Cabrera y Santa Coloma?
Así está el tema que lejos de promocionar nuestras tradiciones, echa abajo la creatividad dando paso a la horrible monotonía saliéndonos cara la cuestión a todos menos a ellos.
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