domingo, 2 de octubre de 2011

Animales duros y periodistas moruchos



Hay periodistas que se menten en el oficio taurómaco porque en el futbol son deschados por moruchos y los empluman en el mundo de los toros.
Resulta que el periodista Javier Hernández no tiene otra cosa mejor en burladero que la corrida de Adolfo ha sido una moruchada. Una corrida que ha tomado 12 varas todas ellas en el espinazo y algunas barrenando con más de 16 entradas, con una presentación excelente y aportando emoción que varios toros fueron ovacionados en el arrastre. Da la idea de que toda la plaza vio la corrida menos usted, que lo mismo andaría mirando al cierzo o mejor dicho pensando en las musarañas.
La corrida no fue brava, pero casta hubo y mucha. El primero todo un tío con más leña en la testuz que las fabricas madereras. Ovacionado de salida y tomando cuatro enormes castigos. Complicado en el capote pero más noble en la muleta.
El segundo animal noble de presentación aceptable. Toreable por los dos pitones y sin poderlo ver en los medios.
Tercer animal ligero de carnes pero con dos buenas agujas manso en el caballo pero con un buen pitón izquierdo.
Cuarto bicho, con dos puñales tomo una vara siendo más dura que toda la asquerosa corrida del Puerto de San Lorenzo. Animal con casta con buen pitón izquierdo.
Quinto toro, animal que flojeo pero aguanto dos enormes castigos. Noble en la muleta.
Sexto bicho bien puesto de armamento. Recibió dos castigos de ley, pero no sin verlo a las afueras.
Los toros mansearon de salida, pero todos murieron con la boca cerrada sobre todo el primero después del intento de asesinato.
Rafaelillo tuvo un pundonor relativo, primero porque dejo que mataran en el caballo al imponente primero y luego no echarle la zurda, aunque si echo valor con la derecha y la espada, sacando una tanda muy emocionante.
Con su segundo baso la faena con la zurda sacando una tanda de merito sumándose la buena colocación.
Antonio Barrena no está ni para torear al lado de Cayetano en una portátil. Con sus dos toros noblotes, toreo en el alivio o mejor dicho a la pala del pitón y muy andarín.
Serafín Marín estuvo apático sin ganas con melancolía, perdiendo pasos dubitativos con miedo. Quizás lo de Cataluña le esté pasando factura y vaya camino de una depresión. Pero otra forma de luchar esta en el ruedo y con TOROS.
Corrida entretenida pero a menos gracias a la nula voluntad de los dos últimos diestros.

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