Desde nuestra humilde opinión, no
vamos a enmascarar la realidad con absurdas frases y ridículos adjetivos, sobre la pasada tarde en Madrid con la
novillada de Prieto de la Cal.
Nosotros los aficionados no somos
como los picapedreros de la pluma, que andan camuflando petardos con insignificantes
detalles artísticos.
De buen gusto estábamos esperando
el poder y la fiereza de los Veragua. Pero según fue pasando la tarde, el
ganadero fue quemando sus seis oportunidades, sin que ninguna sobrepasara de la
monotonía.
Fue simplemente una tarde mas,
como cualquier ganadería. Tomando un total de tres varas de verdad por trece
encuentros. Muy blandos salieron los
veragueños aunque más de uno se dejo. Primero devuelto por inválido, segundo
blando pero con sentido, tercero noble flojo, cuarto descastado, quinto inválido
y sexto manso toreable por el izquierdo.
Ni salió ese toro espectcular en
los primeros tercios ni salió esa fiereza indómita. Simplemente fue una tarde
mas, aunque con esa pizquita de casta que hace incomodar a los diestros.
Muy inexpertos estuvieron los
novilleros aunque si podríamos destacar la voluntad de Miguel de Pablo aunque con
poca humildad, saliendo a saludar en sus dos toros a petición de sus paisanos.
Verde esta Pascual Javier y Miguel Cuartero que anduvieron con
precauciones y abusando de pico.
No es de recibo crucificar una ganadería
con un encaste legendario por una mala tarde, simplemente seguiremos pendiente
para quitarnos este mal sabor de boca.
La historia y origen de esta Ganadería se merece un respeto por parte de los que son aficionados a los toros y su riqueza genética no debe perderse jamás.
ResponderEliminarLos esperamos de nuevo, !Ganadero!
Luis