lunes, 28 de enero de 2013

HISTORIA DEL FRAUDE III


Toro afeitado en Mentrida


Intentare ser lo más breve posible y en forma de relámpago zanjar el escabroso tema del fraude.  Es difícil y a veces hay que ser muy escueto para no extenderme por lo cual intentare ser lo más directo posible.
Con la llegada edad de plata del toreo y recién terminada la guerra civil, el toro menguo y pareció la temible sombra del afeitado.
Basándome en el libro “Una lidia sin cuernos” de Cesar Arco quien fue un modesto aficionado que denuncio este horroroso crimen taurómaco.
Lo primero que especifica y diferencia el arreglo sobre el afeitado.  Arreglar  las astas se hacía desde la antigüedad y se arreglaban los toros cuando nacían con defectos o se estropeaban la cuerna en el campo. Este proceso se realizaba a los tres años de edad llevando el toro a los ríos y cuando el toro no intentaba moverse por miedo al agua. Entonces tomando como patrón el cuerno que presentaba mejores características, corregían los defectos del cuerno dañado.
toro afeitado en Mentrida
El afeitado es otra cosa. El toro le meten en un cajón días o incluso horas antes de la corrida, sometiendo su poder y lastimando cuello y riñones. De esta forma le recortan las defensas y luego se las arreglan para disimulo ante el público.
Cuando un toro es afeitado, su comportamiento es totalmente distinto. A parte de los daños estéticos como pueda ser el sangrado de pitones y deformaciones en los cuernos. El bicho no controla las distancias, tanto capotes y buralderos los puntea sin controlar el animal dichas distancias.
Desde el apoderado, el veedor y hasta el mismo torero. Todos absolutamente todos son culpables del horroroso crimen, pero quien actúa de verdugo es un tal llamado fígaro.
 Voy a dar nombres de la mencionada época:
Luis Miguel Dominguín, Antonio Ordoñez,  Rafael Ortega; su fígaro es Juanito Martínez.  Litri y Pedrés su fígaro es Miguel Criado “el Potra”.
Pues así un sinfín de nombres.
Con la llegada del Cordobés, el toro quedo en una mísera marioneta en la cual se podía hacer todo tipo de zarandajas, saltos, boxeo, y todo lo que usted imagine. Tuvo que saltar al ruedo un tal llamado Miguel Mateos Miguelin para poner orden en lo que allí sucedía, mostrando al publico que aquello era una farsa.
Entre los años 80 y 90 el toro creció pero su casta fue por los  suelos, se fabrico un toro con trapío e integro pero sin gota de sangre brava, salvo en escasas ganaderías como fueran Victorino Martin, Isaías y Tulio Vázquez, María luisa Domínguez, Baltasar Iban.
Poco a poco se fue domesticando el animal, hasta llegar a tal extremo que el animal ha quedado en una borrega  perruna con cuernos recortados. Pasando de la figura heroica de los toreros antiguos a simples enfermeros del toro, basando la lidia en cuidar al toro de que no se les caiga.
Podemos incluir en este tenebroso escándalo a todas las llamadas figuras del toreo, que bien podrían ir acompañadas de sus fieles ganaderas perrunas como puedan ser Jandilla, Cubillo, El Torreon, El Torero, Juan Pedro Domecq, Alvaro Domecq, Borja Domecq y una de las peores la Martelilla.
Para que no me tachen de pesimista y catastrofista, si voy destacar que dentro de toda esta farsa hay una luz que quizás en un futuro pueda ir abriendo paso a una nueva esperanza.
Pongamos como ejemplo la feria francesa de Ceret, en la cual sale el toro integreo y con casta. Algunas corridas en Madrid, Sevilla y muchas algunas plazas de primera. Toreros que se enfrentan a ellas como Javier Castaño, Rombleño, Rafaelillo etc.. Y ganaderías como Jose Escolar, Miura, Dolores Aguirre y Joaquin Moreno Silva.



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