domingo, 11 de abril de 2010

EL PELA (PEOR QUE HERODES)



Gómez del Pilar ha cortado una generosa oreja al sexto novillo del festejo de Madrid, donde con apenas un quinto de plaza se ha lidiado una novillada con posibilidades de Fidel San Román con un muy buen ejemplar lidiado en segundo lugar. Ignacio González no terminó de aprovechar la oportundiad y El Pela tuvo una actuación esperpéntica.

El premio vino en una labor de menos a más en la que hubo una primera parte de faena en la que no terminó de entender al animal ya que éste embestía más y mejor cuando se le daba distancia, si bien el novillero se empeñó en acortar los terrenos.

Sin embargo, la faena remontó en el último tramo, metido más Gómez en el terreno del toro, conectando con los tendidos y rematando su labor con unas bernadinas muy ajustadas. Tras dejar media estocada, la gente pidió la oreja y el presidente no tuvo más remedio que concederla.

Anteriormente, tuvo enfrente un novillo manso y complicado, al que el madrileño le plantó cara en el tercio, viéndose apurado en varios lances. Le faltaron recursos ante un animal de estas características, aunque por lo menos demostró voluntad.

El segundo novillo realizó una buena pelea en varias, especialmente en el segundo puyazo mientras que en la muleta tuvo fijeza y prontitud en su embestida, teniendo mucha duración y gran profundidad. Ignacio González comenzó la faena por el pitón derecho sin terminar de acoplarse y en varias ocasiones se vio sorprendido por la encastada embestida del novillo.

Por el izquierdo nunca encontró ni el sitio ni el temple, ahogando en ocasiones al de San Román. Sí puso más fibra en una postrera tanda por el derecho, donde sí se rompió con el novillo. Manejó mal la espada y fue silenciado mientras que el animal fue fuertemente ovacionado en el arrastre.

Con el quinto realizó una faena superficial, en la que nunca estuvo colocado en el sitio y sin terminar de aprovechar el buen pitón izquierdo del novillo. Le faltó apostar para ligar los muletazos y aún así decidió salir a saludar por su cuenta.

Por su parte, El Pela ha tenido más gestos de cara a la galería que toreo fundamental, en una actuación desconcertante en la que se fue hasta dos veces a tablas para, en la segunda, coger la espada de matar y finiquitar a su oponente.

Con el cuarto volvió a tener una actuación esperpéntica, desentendiéndose de la lidia en los primeros tercios y realizando una faena de nulo temple y con demasiados tiempos muertos. Tras matar al toro y camino de las tablas se encaró con un sector de la afición que le recriminó su actuación. Todavía no se entiende las razones de la empresa para anunciar a un novillero que ha toreado escasísimas tardes en los últimos cuatro años.


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