Con las pilas cargadas y con
hambre de toros, dio comienzo la feria más
importante del mundo, la feria de San Isidro. Qué con tarde nublada y con poco más de tres cuartos de entrada se inauguro la primera corrida de abono.
Parece ser que por si fuera por
el número de varas que han tomado, da a entender que fue un corridon para no
olvidar, obteniendo una graduación de 14 varas un picotazo y dos tumbos.
Pero cuidado que las apariencias
engañan y más que corridon obtuvimos una
manada de mansos aunque con su punto de
casta. Casi todos los animales tomaron
bien la primera y huidiza la segunda.
Tampoco vamos a crucificar al ganadero, que
los animales aguantaron la leña, pues hoy se les pego, y tampoco se cayeron por lo cual blandos no fueron.
Seria y con cuajo si fue y algunos toreables aunque en terrenos
comprometidos.
¡Y que torería muestra Luis Carlos Aranda con los garapullos,
que arte señores!
Diego Urdiales debe dejar su sitio a nuevas generaciones,
pues se le ve con pocas ganas y con miedo basando su toreo en las precauciones
y descolocaciones.
Un punto sube Leandro, dando una
de cal y otra de arena. Piso terrenos comprometidos con su primero y su merito
tuvo, aunque ha de arrimarse mas.
Morenito de Aranda va derecho a
por el triunfo y en Madrid lo saben, no tuvo suerte con sus dos lotes que se le
quedaban cortos, aunque peco de darles un poco mas de sitio. Muy bien esa media
verónica ceñidísima que quedara para el recuerdo. Démosle tiempo que puede que
este será torero de Madrid, eso sí que no se acelere con los trastos.
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